En los ochenta y en los noventa los llamados “boys” o stripers masculinos comenzaron a ponerse de moda. No había fiesta femenina que se preciara en la que no hubiera al menos uno de estos chicos dispuestos a sacarse parte de la ropa al ritmo de la música. Era la reina de las actividades para despedidas de soltera.
Pero, ¿siguen estando de moda en los nuevos años 20? La respuesta es que sí, aunque el concepto y la forma de disfrutarlo ha cambiado bastante. Para empezar, ahora los streapers son chicos muy cuidados, con un aspecto físico impecable. Pero también ha cambiado la manera en la que se recibe su trabajo.
Evidentemente, todo transcurre en un ambiente muy festivo y desenfadado, pero se aprecia la calidad del show y ya no se ven escenas como las que se pudieron ver en las despedidas de nuestras madres, cuando siempre había alguna invitada que acababa protagonizando un momento de sonrojo.
Shows privados
Los shows privados siguen contratándose como antes. El “boy” hace su número de baile solo para las protagonistas de la despedida y todo es mucho más discreto. Esta es la elección de aquellas mujeres que prefieren tener sus momentos subidos de tono alejadas de las miradas de todo el mundo.
Pero en los nuevos años 20 no se trata tan solo de evitar que otros puedan ver o hablar. Se trata más bien de que nadie pueda tomar imágenes que acaben en las redes sociales. Así, lo que sucede en la despedida queda en la despedida y nadie tiene por qué pasar un mal momento con una imagen robada.
Despedidas mixtas
Una de las cosas que se han puesto de moda en los últimos años son los espectáculos eróticos mixtos. Se trata de salas de fiesta o restaurantes en los que se ofrecen shows con bailarinas y bailarines que realizan sus números delante de todos los invitados, que pueden ser grupos de hombres y de mujeres indistintamente.
En algunos casos, los “boys” o las bailarinas son sustituidos por drag queens, una tendencia muy de moda ya que estos personajes pueden llegar a ser extremadamente divertidos y picantes y gustan a ambos sexos, consiguiendo un ambiente festivo muy atractivo.
En definitiva, los “boys” siguen estando de moda, pero no son ya el pecado de antes, ahora son solo una parte de más de la fiesta y de la diversión y todo se vive de una forma mucho más fresca.
